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¿Cómo mejorar la Productividad Empresarial?

Por Jesús Casanova, Director General de CEEI Valencia

Publicado por anarubio
martes, 11 de mayo de 2010 a las 00:00

La productividad se define como la relación entre recursos utilizados y productos obtenidos; es un indicador que refleja la eficiencia con la que se utilizan los recursos humanos, capital, conocimientos, energía, etc. para producir bienes y servicios en el mercado.

El sistema productivo español apenas ha evolucionado hacia la competitividad en las últimas décadas debido a su reducido tamaño empresarial formado por un gran número de microempresas, la existencia de barreras de entrada y salida al mercado, amplio sector de servicios, escasa inversión en TICs y en conocimiento, la insuficiente calidad de su capital humano, desajustes entre la oferta y la demanda de empleo, la globalización y deslocalización, etc. Pero ser más productivo no significa realizar más cantidad de trabajo en menos horas sino en mejorar la capacitación en la forma en el que se realiza ese trabajo: aprender a organizar las tareas, a priorizarlas, a iniciarlas y terminarlas; en este sentido, es el superior quien debe ser claro en cuanto a sus necesidades para que el empleado no aplique sus propios criterios en cuanto a la prioridad de cada tarea.

El crecimiento de la Productividad de un Sector puede producirse a tres niveles distintos. A nivel interno, como consecuencia del incremento en la productividad de las empresas establecidas en el sector. A nivel estructural, cuando aumenta el peso de los subsectores más productivos y disminuye el de los menos productivos. Y a nivel de tejido empresarial, cuando la productividad de las empresas entrantes en el mercado supera a la de las empresas salientes.

Fuentes de mejora de la productividad

Pueden ser de diferentes tipos: del conocimiento, del proceso, comercial y de innovación.

PRODUCTIVIDAD DEL CONOCIMIENTO: las pymes españolas deben tener los conocimientos para elevar su productividad: nuevas tecnologías, materias primas alternativas, procesos cambiantes, desarrollo de habilidades, cambios en la cultura, modificaciones en los hábitos de compra, etc. son algunos de los campos en los cuales es necesario mantenerse al día para generar conocimiento y que este conocimiento sea productivo y llegue a toda la organización.

PRODUCTIVIDAD DEL PROCESO: se refiere al uso apropiado de los recursos humanos, tecnológicos y físicos empleados en el proceso productivo para lograr la generación de altos estándares de calidad en los sistemas de producción, distribución y en el servicio postventa y para satisfacer a los clientes con bienes y servicios cuyos precios sean altamente competitivos.

PRODUCTIVIDAD COMERCIAL: es necesario encauzar los esfuerzos comerciales hacia el logro de dos objetivos: tener una base mayor de clientes y fidelizarlos.

PRODUCTIVIDAD DE INNOVACIÓN: la innovación es algo novedoso, que se percibe como nuevo y que es rentable. Para un proceso continuo de innovación es necesario el estudio permanente de las condiciones del mercado, la evolución en las tendencias, en los competidores, en nuevas tecnologías, en sustitutivos tecnológicos, en nuevos productos, etc. Las fuentes frecuentes generadoras de innovación, en las que debemos buscar agujeros rentables, se encuentran en los productos o servicios, en los procesos o en la gestión y en la comercialización.

En resumen, la productividad es un factor determinante de la competitividad y en la mejora de la competitividad está la clave para anticipar la salida de la crisis.

Artículo escrito por Jesús Casanova, Director de CEEI Valencia para su columna "Planteamientos" publicada en el Suplemento dominical del Levante el pasado 9 de mayo de 2010 dentro del espacio dedicado a “Innovación y Empresas”.

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